miércoles, 14 de septiembre de 2011

Violeta se fue a la chucha..



Me llegó un mail del cine, ofreciéndome una mega oferta chanta que incluía una entrada, más una porción de caries, para llevar a mis alumnos (as) a ver “Violeta se fue a los cielos”, inmediatamente me di cuenta que ya había dejado pasar varios días desde el estreno, y partimos con mi pololo y su familia ese mismo fin de semana a verla.
Tengo claro todo el tollo cultural acerca de la necesidad de hacer una película de Violeta, más aun cuando está de moda ser de izquierda, lo cual ayuda a que mucha gente transgreda su ignorancia cultural y se entere, por fin, y aunque sea de manera estelar (en el cine por ejemplo) de quienes son los iconos del imaginario cultural de su país, esperemos que después de este éxito de taquilla venga una de Neruda, Jara, o de no sé quién.
En fin, ese no es el punto. 
-Levante la mano, quien sepa quién es Violeta Parra
(Solo el guatón colorín de la ventana levanta la mano)
-¿Esa vieja fea que toca guitarra?

Violeta, una adelantada para su época, una mujer que no respetaba estereotipos genéricos, una de las pocas que con choreza fue capaz de verla por ella y no por los demás en una época llena de pensamientos absurdos.  Violeta, una folklorista capaz de recopilar lo que podría haber muerto, y que nació más, cuando ella murió.  Violeta una mujer apasionada, que se enamoró y siguió cuan valiente Julieta a su hombre para donde él la quisiera llevar.  Violeta, artista integral. Todo eso usted lo puede visualizar al ver la película si por lo menos, antes de poner un piececito en el cine leyó alguna vez en su vida una biografía, carta o miró trabajos de quien hablamos, pero ¿qué imagen de ella se forma una persona que ve la película y no tiene conocimientos previos?
Fue ahí donde de manera desgarradoramente cruel utilice a mis estudiantes para hacer un terrible experimento, el cual arrojaría resultados tenebrosos.  Con los del taller de actualidad hicimos un par de trabajos de recopilación de la obra de Violeta, escucharon sus canciones, se aprendieron algunas, expusieron, leyeron sus cartas.  El resultado; estudiantes que terminaron por darse cuenta del valor patrimonial de Violeta Parra como artista, además de conocer los principales pasajes de su vida.  El segundo tubo de ensayo, lo ocuparon los del tercero medio, a quienes simplemente les aconsejé que fueran a ver la película porque más adelante haríamos un trabajo acerca de la protagonista, el resultado:
-¿Quienes de los que vieron la película puede definir a Violeta Parra?
(Tres habían ido al cine)
Estudiante1 –“Era una mina que puro sufría por el mino joven del que se enamoró profe!”
Estudiante 2- “Y se mato por culpa de él. Además era como mala porque se le murió la guagua y ni le importó.”
Estudiante 3 –“Tocaba guitarra y tenía como un local al que al final no entraba nadie.”

Me gustaría saber desde donde nace la obsesión de los directores del cine chileno por sobre exgerar los sentimientos y sensaciones con recursos baratos que tendrían éxito solo dentro de una teleserie cebolla.
Muchos de los y las chilenas que acudimos a ver Violeta se fue los cielos, lo hicimos como un compromiso moral auto adquirido, que nace desde el agradecimiento técnico a quien tuvo la idea de poner en pantalla grande a un personaje que debe ser conocido por todos nuestros compatriotas, más aun por las nuevas generaciones, quienes son hijos de la papa frita y kétchup, como diría Coco le grand, pero también creo que siempre que ejercemos algún tipo de labor que influya en la sociedad, debemos respetar a nuestros receptores, y creo que la mejor forma, es respetando la realidad de los demás; realidad cultural, intelectual etc.. poniendo simplemente poner nuestras acciones al servicio de la utilidad social.  Es ahí donde este film me cala, visualizo que el objetivo del director era lograr una cinta biográfica, pero creo también que teniendo a una actriz que encarne tan bien el papel, y los ojos de Chile entero bien abiertos frente a la pantalla, hay que olvidarse del cine picao a artista emocional y entregar un material despertador de mentalidades.
Filo, pero me hubiese encantado salir contenta de esa sala de cine, haber visto el pack completo, a la Violeta que canta, piensa, llora y muere, no solo a la que sufre.  No existió ningún enfoque historicista, menos un desarrollo del discurso de género que tímidamente se deja entre ver, pero si vamos a lo más simplista   ¿Dónde estaba la familia de Violeta, sus cinco grandes amores, sus momentos de triunfo y sus grandes himnos?, al parecer para encontrarlos, tendremos que seguir buscando biografías.

*Libro recomendado "Yo, Violeta" de Ximena Torres.  Vale 11 lucas más o menos.  (El la libreria "Que Leo" de providencia están los autores chilenos con 30% de descuento por septiembre).

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